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La dirección de fotografía que se roba el show

La dirección de fotografía que se roba el show

Cuando hablamos de cine, muchas veces se nos viene a la mente el trabajo de los actores, el guionista, el director y hasta los efectos visuales que se utilizan en la película. Pero hay un elemento fundamental que muchas veces pasa desapercibido ante nuestros ojos, y es la dirección de fotografía.

Este oficio se encarga de diseñar la imagen visual de la película, lo que se traduce en la elección de los colores, las luces, los ángulos de cámara y la composición en general de cada plano. Es un trabajo complejo y esencial para que la película tenga una identidad visual única y atractiva, lo que muchas veces se traduce en un éxito de taquilla.

Una buena dirección de fotografía puede hacer que una escena simple se transforme en una obra maestra, y es así que hoy quisiera rescatar algunos ejemplos de películas en las que este trabajo se roba el show.

1. La La Land
La película dirigida por Damien Chazelle no sólo nos entregó una trama romántica atractiva, sino que también un diseño de imagen visual impresionante. La elección de colores, el contraste del sol y la sombra y la iluminación en general, hacen que cada escena nos transporte a un momento mágico.

2. Blade Runner 2049
La segunda parte del clásico de ciencia-ficción nos dejó con la boca abierta con su increíble dirección de fotografía. Las luces de neón, la apuesta por los tonos fríos y la creación de escenarios futuristas son una obra de arte visual.

3. Dunkerque
Christopher Nolan nos sorprendió con una película bélica diferente a lo que estamos acostumbrados, en parte gracias al trabajo de su director de fotografía. La elección de colores y la experimentación con los ángulos de cámara, hacen que cada escena se sienta como una experiencia vivida.

4. El Gran Hotel Budapest
Wes Anderson es conocido por su estilo visual único, y en esta película su director de fotografía, Robert Yeoman, supo acompañar la trama con una imagen que parece extraída de un cuento de hadas. La elección de colores pastel, la composición de cada plano y el juego con las sombras, hace que cada escena sea un deleite visual.

5. Amélie
La película francesa dirigida por Jean-Pierre Jeunet nos regaló una historia divertida y emotiva, pero también una imagen visual que parece sacada de un sueño. La elección de colores vibrantes, la fotografía macro y la composición de cada escena, hacen que la película sea una verdadera obra de arte.

Como podemos ver, la dirección de fotografía es un elemento que muchas veces pasa desapercibido pero que es fundamental para el éxito de una película. Espero que estos ejemplos hayan podido demostrar la importancia de este oficio, y que nos permitan disfrutar aún más del cine.